Uva Albariña madura

Mirar al cielo y otros cuentos pre-vendimia

Fecha de publicación: 11-09-2015

En los días previos a la vendimia, al enólogo y compañía les ocurre algo parecido a lo que les pasa a los niños durante la noche de Reyes. Sin llegar al extremo de casi no poder dormir, la inquietud e ilusión por que llegue el día siguiente es algo con lo que ellos, que llevan todo un año trabajando para esto, se acuestan esa noche. Hoy ya se cuentan las horas: llega la recogida de la uva.

A los que no están habituados a vivir los días previos a la vendimia en una bodega, y a los que sí también, este post les resultará entretenido. ¿En qué andamos los bodegueros en estos momentos? Tomen nota:

1.      Medir, medir,… ¡y medir! Así estamos: pipeta en mano para calibrar el grado de alcohol probable –que, en el caso del albariño, en esta etapa ha de rondar ya los 12º- y para analizar también que la acidez de la uva está bien balanceada.

2.      Catar. ¿Catar? Sí: aunque todavía no haya mosto, existe la llamada técnica de cata de uva para comprobar que su nivel

de maduración fenólica es óptimo. Entre tanto ojo clínico, lo cierto es que todavía queda mucha alma en esto de hacer vino, y  así el paladar ha de ser capaz de diagnosticar el estado de salud de la uva. En esto, nuestro enólogo Juan Carlos Vázquez es todo un experto.

3.      Mirar al cielo. Puede parecer muy bucólico, pero las miradas que se lanzan hacia arriba son más para rogar que no llueva que para contar las estrellas. En Galicia tenemos un secreto muy bien guardado: ¡llueve, y llueve mucho! Por eso la inquietud ante lo que las masas de aire puedan traernos desde las Azores nos tiene los dedos cruzados durante estos días.

Y precisamente esa incertidumbre, esa mezcla entre lo científico y lo incontrolable, es lo que hace que cada vendimia sea irrepetible. Hemos vivido más de 50, pero en Bodegas Carballal los días previos a la recogida de la uva son siempre Noche de Reyes.