Ya se ha ido la vendimia, tiempo sobre el que mucho se ha escrito. No lo haremos nosotros en este tiempo de espera. Sin embargo, nos gustaría decir que la cosecha de este año ha sido excelente y gracias a ello la vendimia, si por desgracia no menos cansada, se ha llevado a cabo con un humor más alegre que el de costumbre.

Aprovechando el general buen tono, queríamos traer aquí un muy hermoso poema de Marià Manent, como lo son todos los suyos. Nació este poeta en Barcelona en 1898, ciudad en que murió, en 1998. El poema lleva por título Vendimiadoras –Veremadores - y formó parte de La ciutat del temps (1961), su cuarto libro de poemas, y último publicado.

La excelente versión en castellano, que es la que se leerá, se la debemos a José Muñoz Millanes. 

VENDIMIADORAS

(Para un grabado de E.-C. Ricart)

Vienen como a una danza tranquila, como a un juego

           que el otoño vigila;

pasa su juventud, segura, bajo el fuego

    de las nubes altas, con un olor de arcilla.

Cuando en el ribazo descansan, tienen en los dedos

                                                    todavía

el rocío de las viñas donde luce septiembre;

y pesan apenas, como un racimo maduro,

           sobre la tierra clara.