Ruta de Albariño (y más) por las Rías Baixas

Ruta de Albariño (y más) por las Rías Baixas

Fecha de publicación: 09-06-2016


Como amantes de nuestra tierra, os hacemos una propuesta para un viaje "diez" por la zona de la D.O. Rías Baixas que podríamos resumir en una palabra: ¡ÑAM!

Ruta de la Piedra y el Agua: comienza justo frente a nuestra bodega y, como su nombre indica, es un itinerario perfecto para entrar en contacto con la naturaleza más autóctona de Galicia. Aquí, la vegetración ribereña y los molinos de agua te acompañarán durante el recorrido hasta alcanzar el sobrecogedor Monasterio de Armenteira donde -dice la leyenda- llegaron las primeras cepas de Albariño. 

Cambados: a tan sólo 5 km se encuentra esta emblemática localidad costera, cuna del albariño y del Museo Etnográfico del Vino. Si os acercáis el primer fin de semana de agosto, la visita os deparará una ruidosa pero fantástica sorpresa: las Fiestas del Vino Albariño. Perdérselas no es una opción.

Isla y Ría de Arosa: una maravilla de la naturaleza se ubica a 14 km de nuestra bodega. Una suerte de playas paradisíacas, marineros que aún conservan sus embarcaciones tradicionales, bares de alta calidad-precio para el consumo de marisco y rutas impredecibles. Eso, y algo más que nace en cada visitante, es la Isla de Arosa.

Playa de La Lanzada: a 16 km podéis encontraros esta playa kilométrica de arena blanca y mar bullicioso, que sigue líneas sinuosas costeras hacia Sanxenxo y O Grove por San Vicente do Mar. Al final, al viajero le espera una relajante sorporesa: es la mítica Toja y su balneario.

Combarro: para no dejar pasar vuestra visita a las Rías Baixas sin ver un auténtico y pintoresco pueblo marinero con los tradicionales hórreos construidos casi sobre el mar, hacer una parada en esta localidad es fundamental. Combarro, a 23 km de nuestra bodega, os enternecerá los corazones.

Pontevedra: a sólo 6 km de Combarro, dejarse caer por el casco histórico de esta ciudad plana, amable y repleta de piedra y soportales es casi una obligación. Te sorprenderán sus bares, el trazado de sus calles y su mágica aura medieval.

Santiago de Compostela: los 60 km que separan nuestra bodega de la capital gallega no son excusa para no visitarla. Una joya del medievo declarada Patrimonio de la Humanidad.