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Agosto colorea uvas: el envero

Fecha de publicación: 11-08-2015

Mientras millones de desplazamientos vacacionales saturan las arterias de las carreteras españolas durante el mes de agosto, el enólogo permanece a pie de finca muy pendiente de la evolución de sus racimos. Y es que este mes, además de ser crucial en la vida de los españolitos que gozamos al fin de tiempo libre, lo es también para la maduración de las uvas. El envero, señoras y señores, ha comenzado.

 

Es 10 de agosto y nuestro enólogo, Juan Carlos Vázquez, pasea entre los viñedos como analizando, como escrutando, como planificando. Se para ante un racimo y nos lo enseña. Apunta: “Estamos en el momento de coloración de la uva, que en el caso del albariño supone pasar del color verde al amarillo pajizo. Es lo que se conoce como envero, una fase fundamental del ciclo biológico que comenzó en primavera con la brotación”.

En el momento actual, el estado de las uvas en las fincas de Carballal puede calificarse de sensacional, y es por ello que en esta etapa los viñedos dejan de tratarse con fitosanitarios. De este modo, se evita dañar las levaduras indígenas con las que se elaboran nuestros albariños, ésas que luego imprimirán al vino esos matices tan personales.

“El trabajo de cuidado del viñedo está prácticamente terminado”, -continúa Juan Carlos mientras se sienta a descansar un rato al lado de la cepa más cercana a la bodega-. “A partir de ahora, haremos un seguimiento del contenido en azúcares y de acidez total, y en los días previos a la vendimia estaremos muy pendientes de la madurez fenólica mediante la cata de uva”. Este control del que habla nuestro enólogo consiste en masticar el fruto para percibir el grado de acidez y sequedad, y es clave para asegurar la obtención de vinos bien estructurados.

Desde ahora y hasta aproximadamente el 15 de septiembre, fecha en la que previsiblemente se llevará a cabo la vendimia 2015, queda pues estar pendiente de la evolución de las uvas y también del cielo. “Sería perfecto que en los próximos días se produzca alguna lluvia ligera”, -anota Juan Carlos- pues en esta tierra en la que se practica la viticultura atlántica no sólo buscamos una buena maduración, sino también el carácter fresco y mineral que caracterizan nuestros vinos”.

Así es que disfrutemos de este tiempo de vacaciones y coloración. Tan irrepetible y tan importante, esto del descanso de los españoles y de la evolución de los racimos, para el devenir del 2015 y para lo que nos depare 2016.